Te temo.
Aunque no le temo a casi nada.
Pero temo pasar por esos instantes claustrofobicos
donde mi mente se auto flagela imaginando salidas...
Donde mi mente se cansa buscando las alternativas
del porque me hiciste sufrir.
No creo que desarme el mar
ese castillo infinito de arena.
que grano a grano construimos.
Donde un ángel deposito
los sueños de cada uno
y la espera, y la alegría.
Temo a encontrarme nuevamente solo una mañana
y comprender así nuevamente
el significado de un abrazo errante en el barrio.
temo a tener que vivir mil historias para poder olvidarte...
como hago siempre, caminando en el filo de una cuchilla.
Pero mas le temo
a volver a encerrarme noches enteras
a planear esa ingrata venganza...
que muy bien se donde encontrarla.