Si arremetes con tu acto en soliloquio,
no te obsesiones con tu tristeza...
para prolongar esta locura.
Yo cederé a tus argumentos inútiles
porque desde siempre
he estado haciendo mal uso de mis analogías.
Recuerdo esa noche que lloré
y se secaron mis ojos,
deseando que nunca más te acerques a mi.
Impermeable amarillo brillante
en un día húmedo,
llamé a un taxi y despedirte fue fácil.
Sollozando en la ducha
sentado allí durante horas
llorando por lo que hiciste
y lo que está por venir.
tu no sabes lo que va a pasar.