martes, 27 de enero de 2015

No hables mal de los ausentes.





En mis manos,
la claridad del verdugo.
En mis ojos
el dolor.

Ya no puedo hacer nada,
me mostraste los dientes 

mas de diez veces.


Te haz rendido 
sobre nuestra promesa 

de amor.

Me regalaste
noches enteras,

rememorando sensaciones
ya vividas, en soledad.

Regresaste con moretones
regresaste
para pelear.

No encontré diferencias
entre el ayer y el hoy
y decidí olvidar.


En tus ultimas palabras

no encontré calor
y tus estados de facebook
son el epitafio de nuestro amor.