martes, 6 de enero de 2015

Media Luna.


Cargando los recuerdos en una antigua mochila prestada,
salté el monte una fresca mañana de verano.

Vi las nubes literalmente a mi alrededor,
la vi a ella en mis sueños por primera vez.

Con sus besos retumbando en mi memoria hacia unas horas, no podía contener la alegría. Aún recuerdo que nos excluimos del mundo una noche atrás, (antes del viaje) como aquellos que escapan hacia un lugar oculto para amarse.
Mi memoria no falló, y llegamos a un lugar donde pudimos encontrarnos definitivamente.
Su piel suave, y sus besos apasionados, me delineaban un hermoso porvenir.

Extrañé tanto dormir abrazado a ella anoche.
Extrañé tanto besarla.

Pero me envía fotos de sus heridas cicatrizando, me envía fotos en flor, me envía abrazos, besos, canciones...

A veces se aproxima el miedo,
que, sin duda,
confirma algo real al fin.


Nueva música...
no hay pasado...

y estas vos.