La extraña sensualidad de las palabras,
la oscuridad,
el frío.
El reencuentro
de un amor desprevenido
y las plazas, mis estadios.
Habrá placeres aun mas carnales
los que inclines suaves sobre tus domingos
o sin querer habrá casi subastas
de los versos que por vos he escrito.
El triste tiempo se fue sombrío
como cuando te abracé sobre tu extravío,
como cuando me enoje y me fui esa tarde
como mis ojos, que vuelven a ser míos.