Ella apareció,
cuando desapareciste...
escuche simplemente sus historias
y se negó a escuchar (así como yo siempre me niego a escuchar)
mis historias.
Me hablo toda la noche
así como yo te hablo toda la noche,
y me psicopateó
al mejor estilo Lucas Mariño.
INCREÍBLE
fue escucharme y verme
con pecas y labios gruesos
me fascinó,
me divirtió
pero al rato algo falló
y es que por suerte, solo hay un Lucas Mariño.
mi agradecimiento fue abrazarla toda la noche,
y darle de desayuno
un beso
y la despedida.