miércoles, 11 de enero de 2012

Maldad

Existe un mundo, del cual no podrás regresar - Le dijo el profesor mirándola a los ojos, mientras se arremangaba el guardapolvos y se sentaba frente a ella en su escritorio.
- La claridad de la luz no llega a quienes no quieren ver el sol - ella lo miraba con esos ojos errantes, los ojos que nunca comprendían... y que al parecer clamaban misteriosamente ayuda.
- es simple escapar a un lugar sin rumbo exacto... escapar al primer puerto en que recibas cobijo... pero aveces es difícil regresar... -

El sol entraba por la ventana esa mañana de otoño. Ella interpretaba miles de situaciones mientras el profesor le hablaba. Sentía por dentro, que nunca tubo la posibilidad de aprender, que sus padres tenían otros problemas y solo le daban los gustos para calmarla... que nadie le dio verdadero amor, que sola y tan chica... lo había perdido todo hace tiempo.

- Tenes que escapar de la maldad -

Se genero un inmenso silencio. Ella miraba el escritorio,
el profesor la observaba tranquila... pura, pálida, casi con aprecio y compasión, aunque ella permanecía en su normalidad...
su normalidad que era una pedida de ayuda constante, una maldad interna sofocante vestida de pena, mientras ella por dentro caldeaba el mal mas y mas con un fuego mas rojo y mas intenso que el mismo fuego.

- Tenes que ser el sol - Le dijo el profesor.


un silencio se propago.


- YO NO PUEDO ESCAPAR DE LA MALDAD-


dijo ella mirándolo desorbitada.


- YO SOY LA MALDAD -